miércoles, 28 de mayo de 2008

Pez


De repente: el sol.
Marea.. sal en los labios dáphnicos.... Flushhhhhh..... arriba y abajo.... una ola particularmente más fuerte lleva la embarcación hacia el fondo de un mar oscuro y tenebroso...
Naufragio! . Toqué el lecho del mar....... Faltó el aire al principio... creí que no iba a poder respirar de nuevo, me asfixiaba, hasta que me salieron branquias, aletas y una cola muy larga para nadar con gracia.

Del otro lado, desde arriba, mirando en un catamarán de cristal, un turista de barbita y camisa azul mira a ese pez raro.que quiere morderlo, comerlo. No puede.. hay un vidrio de 14000 kilómetros y ha chocado. Pez idiota. Ahora llora... sus lágrimas se pierden en el mar, quiere sentir el sol que irradia ese turista, sobre su piel. Se asoma diciendo:
- Ey pez! - Quiero romper el vidrio!!!!. Quiero dormir en tus brazos de algas!!! Ya voooyyy, te extraño, pez.
Sonríe... y se acerca, amistoso de nuevo, muestra los colores otra vez y ya no ataca, tiene labios de mujer y le recuerda a una chica que conoció cuando era argentino. Pero el pez agarró una bicicleta submarina y se fue a dar una vuelta escamosa. Cuando volvió le dijo:
- No es tan fácil romper el vidrio, pez, sigamos hablando desde acá, tengamos paciencia, que has roto vidrios mucho más gruesos antes.-
Presiente... supone.. que aquella forma violeta lo piensa mucho, entre las corrientes cálidas y frías que lo sacuden, pero todo es tan nuevo en la superficie en la que se desplaza, que debe usar todos los sentidos, para adaptarse a los nuevos pulmones. Ha recuperado el sol y se encandila por momentos. Cree que la que ha quedado allá lejos entiende lo que le está pasando y sabe que no se había dado cuenta de la distancia, con su manera de deslizarse por el mundo y ahora está captando sensaciones que le dicen que no puede jugar cerca de él y anda aleteando contra las caracolas, esquivando los tiburones solita.

Ojo de pez, lente deforme, va captando y pensando.

La nueva realidad me ha afectado. No es lo mismo respirar con mis pulmones, que con estas cosas nuevas. Abrir.. cerrar.. abrir.. cerrar la boca y picotear unas alguitas, circular.. viene uno que me quiere comer, mejor me escondo detrás de una roca, hasta que pase. Me pregunto adónde habrá quedado el sol, era tibio y cada vez más intenso, pero un día se fue y ahora me alimento y elucubro planes para tocar la superficie todo el tiempo. Mejor los arrecifes de coral, que mar abierto, con sus redes.
Un barco de turistas que miran mi coquetear violeta, mi ser de Beta Splendens, pez luchador, paseando por el fondo. Subo... no pierdo la esperanza de que se dispersen las nubes y volver a sentir ese calor. ¿Y el turista sin gorra ni cámara de fotos?. Me está haciendo señas disfrazado de muñeco azul. Manda mensajes, pero no lo escucho demasiado, la distancia es mucha y llega todo distorsionado. Lo voy reconociendo de a poquito... se transforma, poco a poco, en ese sol deseado y dice que me va a tocar pronto con sus rayos, pero él también sufrió mutaciones.

Por las dudas, me escapo, como los peces asustados y en segundos, estoy fuera de su vista. Empiezo a leer sus pensamientos y cree que me fui a andar en bicicleta, pero en realidad estuve escondida bajo una piedra todo el día, temiendo que la ilusión se apodere de mí, para después llevarme a un fondo más negro. Lo espío y veo como trata de romper el vidrio del barco con un martillo hecho de cristal, después se pone a tomar sol un ratito, quiere disfrutar el paseo y que no le duela tanto el cuello de mirar hacia abajo.

Lo entiendo, el sol mirando al sol, el sol tomando sol.

Cuando me animo a salir de nuevo y me ve subiendo... splashhhhhhhhhh...... un millon de burbujas dicen que se tiró al agua para verme.
- No! Ni yo puedo ir con vos, por ahora, ni vos podés quedarte acá, nos asfixiaríamos y todavía tenemos mucho que aprender, vos del cielo y la paz y yo de este mar de peligros bigotudos. Cuando hayamos aprendido lo que necesitábamos, vamos a encontrarnos de nuevo y no va a ser por un instante fugaz, como ahora, que estamos suspendidos, sabiendo que vas a tener que volver a tu barco, yo a mi fondo. -

Se miran, dos formas mutantes, en pleno cambio y fluye la comunicación. No saben si pasaron meses o segundos, fue hermoso.

Se despiden:

- Hasta pronto! Siempre que mires hacia abajo, voy a estar nadando feliz cerca del vidrio, siempre que mire hacia arriba, voy a verte disfrutando del sol, también cerca.-

No más sal de lágrimas para el mar, no más llanto de fuego para el sol y el cielo. Apasionados por los brillos más intensos jamás vistos, invocarán a toda fuerza oculta para enredarse de nuevo. Ahora.. a brillar, vestidos de plateado, hasta fundirse en un único horizonte de cielo escamoso.

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